
Más allá de su belleza natural, los arrecifes de coral son formaciones fundamentales para lasupervivencia de los océanosy de muchas comunidades en las zonas tropicales del planeta. Aunque todos los conocemos por su gran atractivo turístico, los arrecifes de coral actúan como unaprotección natural frente a la erosión, el clima y las mareas.
Los arrecifes de coral ocupanmenos del 0,1% de la superficie oceánica, pero albergan hasta el25% de la vida marina. Esta riqueza en biodiversidad hace que los arrecifes sirvan comofuente de alimento para 275 millones de personasen todo el mundo.
Aunque pudieras pensarlo, el coral no es ni una roca ni una planta. Se trata de un organismo vivo. Los corales se forman por la división asexual de cientos de miles de pequeños animales – llamadoszooidesopólipos–, que hacen de cada coral una auténtica colonia.
Estas colonias prosperan gracias a lasmicroalgasque viven en simbiosis dentro de los tejidos de los corales. Las microalgas producen energía, esencial para la supervivencia del coral, a través de la fotosíntesis. Por eso,en general, no se encuentran arrecifes de coral a más de 50 metros de profundidad.
Sin microalgas el coral se blanquea y muere, y aunque parezca improbable, hay varios factores que pueden provocar que un coral se quede sin microalgas. Uno de los más preocupantes es lasubida de la temperatura del aguadebido al cambio climático. Cuando la temperatura del agua sube, el coral se estresa y expulsa las microalgas que viven en su organismo.
Desde 1998, la temperatura del agua en el océano no ha dejado de subir, lo que no debe extrañarnos si tenemos en cuenta quelos océanos han llegado a absorber hasta el 93% del calor contenido en los gases de efecto invernaderoemitidos por el hombre. En 2016, un nuevo episodio masivo de blanqueo de corales afectó a varias formaciones de estos organismos constructores del arrecife de coral, entre las que destacaron los que se encuentran en lasIslas Maldivas.
El peligro que representa elplásticopara la conservación de la vida marina es indiscutible y el coral, al ser también un organismo vivo, no se salva de la amenaza.estima que11.100 millones de artículos de plástico están ya depositados y enredados en coralesde todo el mundo. Y desgraciadamente esta cifra no hace más que crecer.
El daño que el plástico hace al coral es especialmente preocupante. Así como las tortugas marinas confunden las bolsas de plástico con medusas -su principal fuente de alimento-el coral también está ingiriendo microplásticos. La diferencia es que los arrecifes no sólo confunden el plástico con alimento, sino que ademásal coral “le gustan” algunos componentes químicos del plástico, por lo que su contacto con el es aún más peligroso.
Aunque los corales sean animales que se pueden recuperar rápido del daño,indica que el momento actual escrítico para su supervivencia, ya que la contaminación y el calentamiento global son mucho mayores que en generaciones anteriores.
Gracias al apoyo de la, ely su conservadorPablo Montotohan podido participar en el proyecto del(Museo Oceanográfico de Alemania) y la asociación alemanapara impartir cursos de formación de restauración de arrecifes en las Islas Maldivas.
El proyecto, que cuenta también con el apoyo de la, lleva a cabo cursos y talleres para el personal local una vez al año y se centra en los siguientes objetivos:
Este año los cursos, de unos 3 días de duración, se realizaron del 9 a 24 de marzo en las islas de Maafushi, Rasdhoo y Ukulhas para concienciar sobre las amenazas que rodean el estado actual de los arrecifes y sobre la urgente necesidad de adoptar medidas para su conservación.
Las actividades consistieron en sesiones teóricas sobre la biología, ecología del arrecife y su restauración, así como en sesiones prácticas para aplicar las distintas técnicas de restauración del arrecife a experiencias piloto de restauración del propio arrecife.
En la isla de Villingili se organizó un encuentro con la ONG local “Save the Beach”, durante el que los participantes tuvieron la oportunidad de aprender un poco más sobre los proyectos de esta organización. Entre ellos destaca restauración del arrecife de Villingili y la concienciación de sus vecinos, así como del futuro plan para la construcción de un centro de educación ambiental centrado en el arrecife.
Durante el transcurso del proyecto, el equipo participante pudo comprobar que los arrecifes visitados se recuperan poco a poco gracias a un buen crecimiento de las colonias supervivientes y a la aparición de otras nuevas procedentes de la reproducción sexual de los corales.
El resultado de estos primeros cursos ha sido muy positivo: una media de 20 personas asistió a cada uno de ellos, entre las que se encontraban buceadores, profesores, investigadores, Boys Scouts, autoridades locales y público en general. Gracias a los intercambios de conocimientos y observaciones de estos cursos, esperamos que el trabajo conjunto de todos nos permita proteger a estos preciosos arrecifes de coral.